Los valores éticos y el desarrollo integral de la persona

La solidaridad, la justicia y la esperanza en una participación activa aparecen como las armas más adecuadas en la lucha para la promoción de los valores éticos con la finalidad del desarrollo integral del ser humano. Durante una conferencia internacional organizada por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma los días 23 y 24 de abril, sobre el tema "Valores éticos y desarrollo integral de la persona en tiempos de la globalización", el cardenal Renato Raffaele Martino, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, acentuó la importancia de pertenecer conscientemente a la sociedad capaz de borrar los individualismos.

"Es este individualismo el que hace olvidar que somos una sociedad en donde todos participan, donde todos son miembros y a la cual deben contribuir. Por eso, es importante que se despierten estos sentimientos de pertenencia".

Este desafío a favor del desarrollo ético se traduce en el esfuerzo permanente por un cambio de mentalidad y de comportamiento.

"Es precisamente esto que el Compendio de la Doctrina Docial de la Iglesia pretende hacer, así como hacer comprender a todos su papel dentro de la sociedad en cualquier condición, profesión o situación en la que se encuentren".

Una solidaridad que se desnuda de todo carácter piadoso o compasivo para revestirse de una dimensión activa y participativa."La solidaridad es acción, es algo que nos compromete personalmente, que nos obliga a la acción. La solidaridad es compartir. La solidaridad no es aislamiento, no es un sentimiento de piedad, es algo más importante".Ir más allá de cualquier legado de responsabilidad para dejarse involucrar, es la tarea que espera a los individuos y las instituciones en la promoción de un desarrollo éticamente integral."Esforcémonos todos para involucrar a las personas, las instituciones, porque si los ciudadanos, si la gente asiste pasivamente, si como se dijo en la reunión, se delega sin ningún tipo de participación personal, entonces nos abandonaremos a la indiferencia. Por lo tanto, esta participación debe ser activa, inteligente y llena de esperanza".

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